El destino de Netanyahu para Gaza: "Ocupación total de la Franja y luego entrega a las fuerzas árabes".

Palabras que parecen sacadas de la "Neolengua" de George Orwell en 1984. En una obra maestra del lenguaje, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció ante la reunión del gabinete de seguridad convocada por los principales ministros y funcionarios de defensa que el país " no anexionará Gaza " y "transferirá su administración interina a un tercero " si Hamás depone las armas y devuelve a los rehenes.

El anuncio se hizo a la emisora india CNN18 tras una reunión con el embajador de Nueva Delhi, JP Singh, confirmada posteriormente en una entrevista con la cadena estadounidense Fox News, conocida por su proximidad al bando republicano. «No anexionaremos» la Franja, declaró Netanyahu a la prensa estadounidense, añadiendo que el enclave estaría «totalmente ocupado» y sería gobernado por un «gobierno civil» ajeno a Hamás.

El plan de ocupación militar de la Franja de Gaza se enfrenta a una fuerte oposición por parte de los líderes militares del país , empezando por el Jefe del Estado Mayor del Ejército , Eyal Zamir . Según informes de Israel, Zamir declaró a sus asesores en los últimos días que «la conquista de la Franja arrastrará al país a un agujero negro».

Los detalles del " plan Netanyahu " para la captura del enclave palestino ya se han filtrado en Israel: según fuentes cualificadas citadas por Canal 12, el plan contempla una operación militar gradual a lo largo de 4 a 5 meses , durante la cual las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzarán por capturar la ciudad de Gaza. Sus habitantes , aproximadamente un millón de personas (la mitad de los residentes de la Franja), serán "evacuados", lo que los obligará a abandonar la zona, aunque aún no está claro si se les obligará a abandonar la Franja.

Los preparativos, según informa el Canal 12, incluyen hospitales temporales, complejos de tiendas de campaña y viviendas en contenedores. Para abordar el problema del hambre en Gaza, la administración Trump planea aumentar el número de centros de distribución de alimentos de cuatro a dieciséis, y el presidente pretende asignar aproximadamente mil millones de dólares, financiados en parte por Estados Unidos y en parte por otros países.